- El cocinero acumula siete estrellas Michelín, lo que le convierte en el chef español más laureado de la historia
El cocinero donostiarra Martín Berasategui será presidente del jurado en la décima edición del Concurso Nacional de Pinchos y Tapas de Valladolid, como ha comunicado el chef a la concejala de Cultura, Comercio y Turismo del Ayuntamiento de la ciudad, Mercedes Cantalapiedra, en un encuentro celebrado el nueve de agosto en Lasarte.
El nombre de Berasategui se suma a la lista de laureados cocineros que han encabezado el jurado del certamen a lo largo de sus diez años de vida, José Rodríguez Rey (2013), Albert Adrià (2012), Pedro Subijana (2011), Bruno Oteiza (2010), Ramón Freixa (2009), Paco Roncero (2008), Pedro Larumbe (2007), Mario Sandoval (2006) y Salvador Gallego (2005).
Los organizadores del Concurso Nacional de Pinchos y Tapas, el Ayuntamiento de Valladolid a través de su Sociedad Mixta para la Promoción del Turismo, con la colaboración de la Asociación Provincial de Hostelería; convocan de forma simultánea el VI Concurso Internacional de Alumnos de Escuelas de Cocina, una iniciativa de la Escuela Internacional de Cocina Fernando Pérez en la que se retan alumnos interesados en la modalidad española de la tapa.
Martín Bersategui Olazábal (San Sebastián, 1960), es el cocinero español que atesora en la actualidad el mayor número de estrellas Michelin en la historia de la guía, con un total de siete. La primera la obtuvo en el Bodegón Alejandro en 1986, donde el chef dio sus primeros pasos profesionales.
En 1993 inauguró su propio restaurante en la población guipuzcoana de Lasarte. El establecimiento se convirtió en el segundo restaurante vasco con 3 estrellas Michelin, después del regentado por Arzak.
Desde 2005 dirige el restaurante gastronómico del Hotel Abama, en el sur de Tenerife, para el que obtuvo dos estrellas Michelin. Igualmente los restaurantes del hotel Condes de Barcelona, Loidi y Lasarte, éste último galardonado con dos estrellas Michelin.
En palabras de Berasategui, “mi cocina es el reflejo de mi paladar, de mi sensibilidad y de muchos pequeños sueños. Primero pienso cómo quiero rematar un plato y luego busco el sistema para conseguirlo. Un cocinero debe asumir que una parte muy importante de su trabajo consiste en pensar. La creación de un plato arranca en la cabeza.”
Más info en: info.valladolid.es
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