La autopista A15 situada en el sur de Rotterdam suponía una barrera a la hora de salir hacia el pulmón verde de la ciudad, una zona verde conocida como el Rhoon. Gracias a la reciente construcción de un original puente- que parece salido de una película de ciencia ficción- ciclistas y viandantes pueden cruzar la autovía y acceder fácilmente a la reserva natural de 600 hectáreas.
El puente de 190 metros de largo, que cruza la autovía a una altura de 9 metros, tiene forma ovalada -para así tener mayor anchura de paso- y ofrece un diseño moderno a base de una red de tubos de acero blanco que se entrelazan en el exterior, que resalta con el color amarillo vivo en el carril interior.
El diseño de este puente es obra del arquitecto local Marc Verheijen y ha costado un total de 9.2 millones de euros. El largo del puente viene marcado por el ancho de la autopista, ya que en este punto la autopista alcanza su punto más ancho. El ancho del puente alcanza los 6.5 metros dejando espacio tanto para caminantes como para ciclistas.
El puente tardó en construirse cerca de 30 meses.
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